Estamos hablando de Edge Computing y de cómo el Internet de las cosas (IOT) está impulsando la necesidad de una infraestructura más robusta en el borde de la red.
Inicialmente, la técnologia informática (TI) se implementó de una manera centralizada. Luego pasó a un modelo más descentralizado con el modelo de cliente-servidor. El péndulo de TI luego regresó al modelo centralizado con la computación en la ‘nube’ (‘Cloud Computing’). Y ahora está volviendo a un modelo más descentralizado con el foco en la computación en los extremos o el borde de la red (‘Edge Computing’). Entonces, la pregunta es, ¿por qué estamos regresando al modelo descentralizado?
La ‘nube’ se conceptualizó para un conjunto de aplicaciones muy específicas, como el correo electrónico y la productividad empresarial. Aplicaciones donde el ancho de banda requerido y el tiempo de respuesta no son tan críticos o una consideración importante.
Por otro lado, en el caso de IOT, el rendimiento puede ser crítico. Y esto aplica aunque estemos hablando de probadores inteligentes o realidad virtual en tiendas minoristas, salas de operaciones conectadas o camas inteligentes en hospitales, o de la banca remota o móvil, entre muchas otras aplicaciones del IOT.
Las razones por las cuales estas aplicaciones son diferentes a las aplicaciones históricas en la ‘nube’ incluyen:
1) muchos de ellos tienen mayores requisitos de ancho de banda,
2) tienen requisitos de latencia más bajos, y/o
3) existen más regulaciones gubernamentales sobre cómo deben gestionarse los datos del cliente.
El resultado es que tenemos que adaptar lo que estamos haciendo y las mejores prácticas que se están implementando en centros de datos centralizados y regionales para sitios locales de ‘Edge Computing’. Elementos como la redundancia, la gestión, la organización y la seguridad que se encuentran en los centros de datos centralizados, pero que muchas veces estas prácticas no se observan en los sitios locales de ‘Edge Computing’. Frecuentemente encontramos que no hay redundancia, los sitios no están gestionados, se implementan de manera ‘ad hoc’, y no tienen un buen nivel de seguridad.
Todo esto finalmente conduce a una disponibilidad significativamente menor y más tiempo de inactividad. Un centro de datos de Nivel 3 experimenta aproximadamente 30 minutos de tiempo de inactividad al año, mientras que el sitio local de ‘Edge Computing’ típicamente experimenta aproximadamente 29 horas de tiempo de inactividad por año.
Y en realidad el impacto de los sitios ‘Edge’ puede ser mucho mayor, porque si bien una empresa puede tener dos o tres centros de datos grandes Nivel 3, puede tener decenas o cientos o incluso miles de sitios locales más pequeños. Por ende, los sitios locales ‘Edge’ van a dominar la equación de disponibilidad del sistema de TI.
En nuestras próximas publicaciónes, vamos a hablar sobre cómo implementar estos sitios locales de ‘Edge Computing’ para que sean mas robustos y mejorar su disponibilidad.